Los 5 sentidos

Los sentidos de los gatos


Al igual que los humanos, los gatos confían en cinco sentidos, visión, oído, olfato, el gusto y el tacto, para percibir el mundo que les rodea. Los sentidos de los gatos recopilan información y se envían a través de los nervios al cerebro para su interpretación.

Los sentidos del gato evolucionaron a lo largo de millones de años para adaptarse a su forma de vida pre-domesticada: la de un cazador nocturno con una visión nocturna ejemplar y extraordinarios sentidos del oído y el olfato.

Los gatos son famosos por tener unos super sentidos: ojos que ven en la oscuridad; oídos que detectan ruidos agudos e inaudibles para los humanos; un poderoso sentido del olfato; y bigotes que les permite sentir su camino en la oscuridad.


Los 5 sentidos de los gatos

La visión de los gatos

Los gatos tienen ojos muy grandes que funcionan de manera efectiva por la noche cuando los ratones, su principal fuente de presas, son más activos. Tienen unas varillas fotorreceptoras responsables de una visión a blanco y negro en una luz tenue. Supera el número de conos (responsables de la visión a color) en la retina por 25:1 (en los humanos la proporción es de 4:1).

Los gatos tienen visión a color, pero no es para ellos tan importante como su visión nocturna. Pueden observar colores azules, amarillos, pero los rojos y los verdes probablemente aparezcan como grises.

A la luz del día, las pupilas se encogen en forma de unas rendijas verticales para proteger los ojos del resplandor.

El ojo de un gato

El ojo de un gato es una esfera hueca llena de una gelatina clara, o humor que deja pasar la luz. Los rayos son enfocados por la córnea y la lente que forman imágenes en la retina sensible a la luz.
El ojo de un gato

Visión nocturna de los gatos


En la oscuridad, la pupila de un gato se expande en un área tres veces más grande que la pupila dilatada de un ser humano, lo que permite que el más mínimo atisbo de luz pueda entrar en el ojo.

La visión nocturna de un gato se ve reforzada por una capa reflectiva detrás de la retina con el nombre tapetum lucidum. Cualquier luz que entra en el ojo que no es capturada por la retina rebota en el tapetum y viaja hacia atrás a través de la retina, incrementando la sensibilidad hasta por un 40%.
Visión nocturna de un gato
Aparece el tapetum como un disco verde y dorado, brillante cuando una fuente de luz se postra en los ojos de los gatos por la noche.

Formas y colores de los ojos de los gatos

Los colores de los ojos de los gatos vienen en naranja, verdes y tonos azules. Algunos gatos tienen cada ojo de color diferente. La forma de los ojos de los gatos varía desde redondas hasta sesgados o rasgados. En algunas razas orientales tienen formas rasgadas muy pronunciadas.



El sentido del oído de los gatos

Los gatos tienen una excelente audición, con un rango que se extiende de 40 a 65.000 hercios. Eso es decir dos octavos más alto de lo que los humanos pueden oír (hasta 20.000 hercios) y dentro de la región del ultrasonido.

Esta amplia gama cubre todos los sonidos que son importantes para los gatos, incluyendo las vocalizaciones de otros gatos como los enemigos y el susurro y chillidos agudos de los roedores.

Los gatos pueden girar independientemente la pieza externa de las orejas hasta 180° para precisar la fuente del sonido. El diseño del pabellón de la oreja de los gatos les permite determinar también, la altura del sonido, que es muy útil cuando un animal sube o trepa un lugar.

El interior del oído contiene el aparato vestibular o el órgano del equilibrio. Registra los cambios en dirección y velocidad, que le permite a un gato enderezarse al mismo tiempo que cae.

Un gato también utiliza sus oídos para comunicar su estado de ánimo, por ejemplo: girando las orejas hacia atrás, indica su enojo o miedo. Los gatos son extremadamente sensibles a la sonoridad, unas 10 veces más que los seres humanos. Es por eso que no les gusta los ambientes ruidosos y se agitan con los fuegos artificiales.

El oído y la audición de un gato

El sonido canalizado en el canal auditivo viaja a través del tímpano y los osículos a la cóclea, donde los impulsos del nervio son activados y se envían al cerebro.
Oído interno de un gato

Formas de las orejas de los gatos

La mayoría de los gatos tienen orejas erguidas y puntiagudas o con puntas redondeadas. Algunas razas como el American Curl o el Scottish Fold, tienen formas inusuales como resultado de las mutaciones genéticas.

El sentido del gusto y el olfato de los gatos

Los gatos tienen un poderoso sentido del olfato, no tanto como el de un perro, pero mucho más agudo que el del humano. La membrana sensorial en el interior de las fosas nasales donde son atrapados los olores, es 5 veces más grande que la de los humanos.

Los gatos se reconocen por el olfato y lo utilizan para rastrear a sus presas. También emplean los aromas de la orina, heces o glándulas para marcar su territorio y advertir a otros gatos para mantenerlos alejados o advertir su estado sexual.

El olfato está estrechamente ligado al gusto. Un gato por lo general huele su comida para comprobar que es comestible, antes de comerla. El paladar que se encuentra en la superficie superior a la lengua, responde a productos químicos amargos, ácidos y salados del alimento.

El hocico de un gato y el sentido del gusto y el olfato

Los productos químicos en los alimentos son detectados por las papilas gustativas de la lengua y las moléculas de olor se atrapan en la membrana del olfato en la cámara nasal y el órgano vomeronasal.

Un gato también puede reconocer los sabores dulces, pero es estrictamente carnívoro que tiene poca necesidad por el azúcar. El órgano sensorial que tienen los gatos en el techo de la boca se llama vomeronasal o el órgano de Jacobson y lo usan para producir una mueca con la boca abierta, “la respuesta flehmen” a medida que otros gatos dejan sus olores de naturaleza sexual.

La respuesta Flehmen

El sentido del tacto de los gatos

Las partes sin pelo del cuerpo del gato como la nariz, las almohadillas de las patas y la lengua, son altamente sensibles al tacto como también lo son los bigotes. Técnicamente conocidos como “vibrissae”, los bigotes son pelos profundamente incrustados a los lados de la nariz.

Los bigotes más pequeños están en las mejillas por encima de los ojos y en la parte trasera de las patas delanteras. Los bigotes ayudan a los gatos caminar en la oscuridad y también para “ver” objetos cercanos que los ojos no pueden enfocar.

Los bigotes en la cabeza ayudan a percibir el ancho de los huecos por los que puede pasar un gato.

Los bigotes y el tacto

Cuando un bigote roza a un objeto, la base del bigote que está profundamente incrustada está rodeada por una cápsula de sangre (seno) y envía la información al cerebro a través de terminales nerviosas sensoriales.

El bigote de un gato

Fuente: Todo Gatos Blog. Recuperado de: Blog | TODO GATOS

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